El rey Mateu despertó aquella mañana de 1879 con uno más de sus excéntricos deseos. Llamó a Ursúl -su asistente de mayor confianza- y le encomendó una tarea: “ve por el mundo, encuentra y tráeme al castillo, la máquina más fascinante y eficiente que exista. Considera como tiempo límite doce años, te daré todo lo […]
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